Para las finanzas del movimiento ciudadano, es importante impulsar la campaña: “CON UN DÓLAR O MÁS, UN PUEBLO ORGANIZADO NO SERA DERROTADO JAMAS”. Un millón del pueblo incorporado, es un millón de dólares cada mes, en quince meses tenemos que contar en caja, con más de quince millones de dólares. El pueblo contribuyente por la causa, se merece una rendición de cuentas transparente.
La ruptura política entre el FMLN y el liderazgo del joven Nayib, surge entre otras razones, justificando agresiones, de los primeros, quienes encontraron una justificación planificada para quitarse de encima la carga política del segundo, por no ser la personalidad idónea para garantizar la continuidad y la protección de sus intereses, cuando su cúpula abiertamente se ha convertido en ARENA 2.0. Ahí quedan con un pensamiento en franco retroceso, hacia un pasado, conservador y neoliberal, mientras que Nayib sigue en avanzada, buscando redimir un futuro mejor para nuestro pueblo. La expulsión, lo libera, lo desmarca y lo exime de caer en el desgaste innecesario, mientras ellos se colocan en la cuerda floja, corriendo el riesgo de perder las elecciones de diputados y alcaldes en el 2018, donde seremos espectadores de paso, directos a la victoria presidencial en el 2019. Ellos marchan IRREVERENTES, INDETENIBLES E IRREVERSIBLES, HACIA UN PASADO POLITICO, ECONOMICO Y SOCIAL, AL QUE NUESTRO PUEBLO SABIAMENTE, NO QUIERE VOLVER JAMAS.
Se ha perdido el rumbo y la brújula, creando el vacio de nuevas ideas, porque han colocado sus intereses individuales y personales, por sobre los intereses del pueblo, con ideas, nebulosas, oscuras, llenas de avaricia y codicia, porque quieren llegar a ser, lo que nunca jamás lograran ser, – los ricos ya están contados – Dejan atrás, una visión de futuro y de país, que obliga al Joven Nayib a retomar la bandera y enarbolarla, a favor de la nueva patria y conseguir la paz de la nación entera. ¡LO PEOR YA PASO! Sin ser tan dramáticos, EL FUTURO DE SU LIDERAZGO está lleno de mucha robustez moral HEREDADA DE SU PADRE, donde tiene mucho que aprender de la vida. De la cultura política de todo el pueblo, que nos obliga por las circunstancias en el país : “A MADURAR POLÍTICA E IDEOLOGICAMENTE, porque nos impedirá introducirnos en el mundo de las pataletas caprichosas de niños en edad adulta metidos en política; con una acumulación política histórica, evitando cometer errores, aceptarlos, rectificarlos y repararlos sabiamente, con calidad revolucionaria y estadista, teniendo que recurrir a pedir perdón al pueblo, excusándonos o retractándonos de nuestras acciones negativas.
No somos PERFECTOS, por lo tanto hay que prepararse para enfrentar LAS IMPERFECCIONES, asumiendo con responsabilidad, dando respuestas positivas y coherentes. Considerando que “los errores son de humanos”, pero que tenemos que aceptarlos, rectificarlos y repararlos, para que sean disipados y nos permitan converger hacia nuevos derroteros estructurales, estratégicos e integrales, emprendidos con el corazón y con mucha fe en DIOS, porque la verdad nos hará libres y la mentira desaparece cuando llega la verdad.
Se instaura un gobierno democrático y social, en favor de las transformaciones históricas, ideológicas, económicas, políticas, sociales, culturales y científicas,, para ubicarnos en el lugar que como nación nos corresponde. Su FUTURO está marcado por la tendencia de la simpatía del pueblo, que tiende a traspasar barreras personales de su confort, desde ser un alcalde de Nuevo Cuscatlán, luego San Salvador, para arribar a la presidencia, como un estadista, que en menos de cinco años ha elevado su perfil de líder político y humano, sirviendo al pueblo y no sirviéndose de él, como muchos otros políticos que sin vergüenza y sin pena lo hacen.
Se aparta de : LA CORRUPCION, que corroe, los laberintos internos del sistema de partidos políticos, salvaguardando intereses personales, cubiertos por doctrinas dogmaticas, sectarias, burocráticas, oportunistas, revisionistas, conservadoras, sin visión de país, que dejan endeudado a las nuevas generaciones por más de 200 años; a menos que sea condonada, por los organismos que prestan dinero a los países pobres.
Se debe gobernar para el bien común, con una proyección estratégica de más de 20 años plazo, incluyendo alternativas generacionales, que le den continuidad, seguimiento y sostenibilidad, a programas sociales y democráticos, enfrentando con hidalguía, los ataques de los conservadores y neoliberales que están en contra de las ideas nuevas.