Los dos gobiernos del FMLN habrían beneficiado a sus activistas políticos contratándolos en plazas del Estado, golpeando fuertemente las finanzas públicas.
Durante los diez años de gobierno se habría contratado a 40 mil activistas gastando de esta manera millones de dólares que debilitó de manera significativa la economía y presupuesto del Estado.
Además de eso, se conoce que contrataron a 20 mil militantes que por el momento continúan en el gobierno y que estarían ahí para bloquear la funcionalidad de la presente gestión.