Dos líderes del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Roger Arellano Sotelo y Octavio Arellano Eloisa, fueron asesinados ayer domingo, alrededor de las 14:00 horas, cuando un comando armado atacó un evento familiar en el barrio La guadalupe, en el poblado de Acapetlahuaya, cabecera municipal de Canuto A. Neri, en Guerrero.
Ayer también, pero en Chilpancingo, fueron localizados los cuerpos de ocho personas dentro de bolsas de plástico negras, al interior de una camioneta modelo X-Trail, marca Nissan, color blanca. El hallazgo se dio al norte del bulevar Vicente Guerrero, en la entrada de las caballerizas de la Policía Estatal, cerca del crucero que conecta con la localidad de Chichihualco.
En el primer hecho, Arellano recibió varios disparos, por lo que fue trasladado con vida a una clínica particular, pero finalmente falleció. Mientras que Octavio Arellano, quien fue diputado local en la LX Legislatura, murió cuando sus familiares lo trasladaban a la Ciudad de México para que recibiera atención médica.
La dirigencia estatal del PRD condenó el ataque y repudió la ola de crímenes que aquejan a la entidad, con 10 asesinatos sucedidos tan sólo este domingo. Por su parte, el vocero de Seguridad del gobierno estatal, Roberto Álvarez Heredia, informó que la Fiscalía General de Guerrero (FGE) integró una carpeta para investigar el doble crimen.
Respecto a los cuerpos abandonados, Álvarez Heredia informó que, con base a las primeras indagatorias, la posible causa de muerte de las ocho personas del sexo masculino fue por estrangulamiento, y que ninguno de ellos presentaba algún impacto de arma de fuego.