El gobierno de los Estados Unidos, solicitará pruebas de detección de COVID-19 negativas a las personas que deseen ingresar a su territorio nacional, como medida de contención de COVID-19.
Las pruebas deberán ser recientes, de 3 días como máximo, con el objetivo de aumentar la confianza en el resultado, y de esa manera evitar que una persona contagiada pueda contagiar a otra en el viaje por vía aérea.
Otra opción es que el viajero proporcione a las autoridades competentes documentación que certifique el pasajero se recuperó del COVID-19 en los últimos 90 días.