El diario The New York Times aseguró que una fuente del Pentágono les dijo que los generales, Kenneth F. McKenzie Jr., jefe del Comando Central del Ejército, y el general Richard D. Clarke, jefe de el Comando de Operaciones Especiales, no encontraron motivos para sancionar a ninguno de los militares involucrados en un ataque con drones a finales de agosto en la capital afgana, donde 10 civiles fallecieron, entre ellos 7 niños.
«En dos décadas de guerra contra enemigos oscuros como Al Qaeda y Estado Islámico, el Ejército de los Estados Unidos ha matado a cientos, si no miles, de civiles por accidente en zonas de guerra como Irak, Afganistán, Siria y Somalia», se lee en la nota.
El Ejército ha aceptado en algunas ocasiones la responsabilidad de ataques aéreos errantes o incursiones terrestres que dañan a los civiles; sin embargo, rara vez señala a personas específicas.
El ataque del 29 de agosto fue el último realizado con drones antes de que las tropas estadounidenses se retiraran de Afganistán. En un primer momento, el Pentágono dijo que había sido necesario para evitar un ataque del grupo terrorista Estado Islámico a las tropas estadounidenses.
El Pentágono aseguró a medios que no habrá castigo para ninguno de los militares involucrados en el fallido ataque con drones en Kabul, Afganistán, que dejó a 10 civiles fallecidos, entre ellos siete niños.