31 de diciembre de 2017. La policía Carla Ayala pasó desaparecida más de 250 días y era casi seguro que hubiera sido asesinado por otros compañeros policías. El caso fue mediático, emblemático de la violencia contra la mujeres y una muestra de la grave corrupción que asola la institución policial. En 250 días, el ingeniero Moisés Urbina, ni la empresa TCS, nunca le abrieron su espacio premium “Frente a Frente”, para hablar del tema a los abogados defensores de derechos humanos que llevaban el tema, ni a la familia de la agente asesinada.
10 de abril de este año. Alberto Romero, ex jefe de la bancada de ARENA y actual legislador, fue acusado de acoso sexual. En Estados Unidos que un congresista sea acusado de acoso sexual es un escándalo mayúsculo. Nadie pisó el set de Frente a Frente para hablar de ese caso.
17 de junio de este año. Mundial de Rusia 2018, México logra una histórica victoria frente a la campeona Alemania, uno de los testigos de ese partido es el actual jefe de la bancada de ARENA y, actualmente, investigado por enriquecimiento ilícito, el diputado Carlos Reyes. Reyes había ido sin permiso, con goce de sueldo y a un mes de las elecciones de los magistrados de la CSJ (que ya llevan 2 meses de atraso). Nadie pisó el set de Frente a Frente para hablar de ese caso.
20 de septiembre de este año. Ricardo Nuñez, un abogado conocido como “El Dinamitero» con vínculos con el crimen y el terrorismo, pide a través de un Tuit que le den un espacio en “Frente a Frente”, para tratar de dañar la imagen del candidato presidencial Nayib Bukele y, apenas cuatro días después, TCS y Moisés Urbina le brindan ese espacio a un sindicado de Terrorismo.
Con esto, la mayor televisora del país dilapidó hoy la poca credibilidad que le quedaba al presentar en su espacio premium a un acusado de terrorismo e intento de asesinato, a alguien fichado por el gobierno de Estados Unidos, y un experto en bombas y dinamita que también planificó un atentado contra el ex presidente Barack Obama en su visita a El Salvador. Es decir, le dio espacio a otro criminal en su set.
TCS es la casa de Antonio Saca, el ex presidente recientemente condenado por robar más de 300 millones de dólares. Es la casa del “Gordo” Max, un presentador acusado de trata de menores y de delitos sexuales. De Jorge Hernández, su ex jefe de noticias y mano derecha de la familia Eserski, actualmente el “testigo protegido” y cerebro de la operación financiera con la que el expresamente Funes robó más de 350 millones de dólares y de la “Tía Bubu”, una payasita que actualmente huye por haber fabricado pruebas falsas siempre en el caso Funes. Y ahora suma como invitado estrella a un desconocido abogado, conocido como “El Dinamitero» con vínculos con el crimen y el terrorismo.
Alentamos la denuncia ciudadana, cuando está tiene por fin la búsqueda de la justicia. Si Nayib Bukele tiene que ser investigado por el Mercado Cuscatlán, lo lógica es que la demanda venga por el actual alcalde Ernesto Muyshondt y su concejo, y no por un emisario buscada ad – hoc para tratar de frenar la probable victoria de Bukele no en las urnas, sino usando una estrategia de falsas demandas para invalidad su candidatura.
TCS debería ver en La Prensa Gráfica como un espejo de su futuro. En apenas unos años, este medio impreso dilapidó 100 años de imagen por apoyar de manera anti ética la candidatura de Carlos Calleja, candidato de ARENA y uno de sus mayores anunciantes. Porque hoy, sin ninguna duda, TCS dinamitó su credibilidad, sólo queda que ellos mismos sigan pegándole para que sigan cayendo en pedazos.