Básicamente existen y se aceptan tres tipos de autoría y participación delictiva: el autor directo (desarrolla de manera personal), coautoría (intervienen varios) y actuaria mediata (realización del delito por medio de otra persona). Los “autores mediatos” realizan los crímenes por medio de otro u otros que le sirven de instrumentos utilizando el poder que le proporciona una estructura criminal y coacción.
El concepto de autoría mediata es una construcción de la dogmática penal alemana, pero que ha sido ampliamente discutido y aceptado por la doctrina penal española. A tal punto que ha sido incluida en el Derecho positivo español, y desde el viejo continente llegó América. La criminología ha dedicado en dos de sus campos de acción a estudiar el autor mediato. Motivo de polémica y debates en muchas escuelas, los pensamientos y propuestas que el autor mediato no podía ser sancionado por igual y menos con una pena mayor porque nunca estuvo en la escena del crimen, invocando entre otros el principio de legalidad, pero era porque no se encontraba o se encuentra en la legislación de un determinado país, pero si existe el principio o fundamento doctrinario.
En las pandillas criminales que operan en El Salvador en particular la mara MS-13, la pandilla más transnacional en la actualidad con presencia en los cinco continentes; y el Barrio 18, también con membresía en varios países del continente americano y al menos presencia en España e Italia, así como otras pandillas que operan en nuestro país, los miembros de la ranfla en prisión y en libertad, sus cabecillas, y palabreros son los verdaderos autores de crímenes, no realizan la acción típica de manera personal, si no que, valiéndose de otra persona (el instrumento) comete el delito, los denominados “soldados” o “homeboys” y dentro de ellos pueden existir expertos en crímenes como los denominados, sicarios, gatilleros, asesinos a sueldo, o simplemente personas obedientes porque si no cumplen la orden serán ejecutados como muestra que las ordenes se cumplen no se discuten.
Las reformas en El Salvador a la Ley contra el crimen organizado (26/7/2023) eran más que necesarias, ya que estos cabecillas no eran capturados en muchos casos, menos presentarlos ante la justicia, ahora no solo serán condenados, sino que recibirán 15 años más de pena por haber ordenado graves delitos contra la población salvadoreña para una posible condena de hasta 60 años para estos dirigentes criminales, psicópatas, sociópatas y hambrientos de incrementar sus altas ganancias lucrativas. La razón para sancionar al hombre de atrás es que él es el verdadero autor, quien realiza el hecho como propio
Una característica importante de la autoría mediata es que “se exige una relación de subordinación” y en las pandillas criminales esta relación es más que evidente por la cadena de mando y la jerarquía de cada pandilla. El instrumento (asesino o criminal en la escena) debe estar supeditado a la voluntad del hombre de atrás. Esto se debe a que “el instrumento actúa en el caso de las pandillas bajo coacción ejerciendo órdenes directas. Si el instrumento actuara voluntariamente, entonces no sería instrumento, sino un autor propiamente. Por lo que no habría un instrumento, sino un autor directo; y el hombre de atrás no sería un autor mediato, sino un instigador (no es lo mismo que autor mediato) Los autores mediatos o de atrás por su cobardía, pueden actuar en tres modalidades: por error, del domino por coacción y del dominio de organización. Es mi opinión que en el caso de las pandillas criminales operan por coacción y por el dominio dentro de la organización.
Las investigaciones especializadas de la FGR y PNC lograrán determinar por medio de elementos probatorios que serán sometidos a la valoración en sedes judiciales contra el crimen organizado para imponer una sanción mayor y máxima a los cobardes “hombres de atrás” que tanto luto y dolor han causado a las familias salvadoreñas.
Dr. Ricardo Sosa
Criminologia, Victimología y seguridad www.ricardososa.net
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