Recién finalizados los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023, la población salvadoreña vivió una verdadera fiesta deportiva internacional organizada por el Gobierno de El Salvador, donde los extranjeros pudieron darse cuenta de lo alejada que está de la realidad la versión de la comunidad internacional sobre la «dictadura» del Presidente Bukele.
Los escenarios deportivos se vieron abarrotados por la cantidad de público que se hizo presente en los renovados estadios, en los que no se registró ningún disturbio ni actividad criminal, principalmente porque durante más de un año, los pandilleros -que mantuvieron en zozobra a los salvadoreños y detuvieron el turismo en el país- han sido capturados para que respondan por su múltiples delitos.
Lo insólito de esto es que la «dictadura» es apoyada por el 90% de los salvadoreños, ahora la población puede salir durante las noches a disfrutar de su país, algo que fue impensable durante las 3 décadas de gobierno de los partidos opositores que se esfuerzan por desprestigiar las labores del Presidente.
Finalmente, la «dictadura» devolvió la felicidad a un pueblo sangrado, un pueblo que tuvo que llorar el masivo derramamiento de sangre de miles de salvadoreños inocentes, cuyo único pecado fue tener que salir de casa para cumplir con la jornada laboral, dormirse en el transporte público o simplemente caminar por las calles.
El pueblo que tanto ha sufrido ahora llena escenarios deportivos, logrando el «sold out» en tres estadios simultáneamente, mientras también jugaba la amada Selecta en Copa Oro… Insisto… Impensable hace solo un par de años.