En su intento por tratar de mantener un poco de relevancia política, ARENA presentó a su candidato a la presidencia para las elecciones del 2024, se trata de Joel Sánchez, un salvadoreño radicado en el exterior, el conejillo de indias del tricolor.
Y sí, un salvadoreño perteneciente a la diáspora representará la bandera del partido que tanto se negó a permitir que los salvadoreños en el exterior pudieran ejercer su derecho al sufragio, una muestra más de la hipocresía de la oposición.
Hace unos meses, Joel había sido presentado como el candidato presidencial del movimiento Resistencia Ciudadana, liderado por Ronal Umaña, una de las personalidades política con menos apoyo, tanto de la población, como de los mismos partidos opositores.
Sin embargo, finalmente Joel se dejó manipular por ARENA -tampoco significa que una opción sea mejor que la otra-, y ahora buscará competir contra el Nayib Bukele, el político mejor evaluado de América Latina, y con una aprobación del 93 % de los salvadoreños.
Joel no solo perderá las próximas elecciones, también va a perder cualquier oportunidad de recuperar cualquier tipo de reputación positiva, pues su nombre ya fue manchado por los colores de la bandera de ARENA, la bandera de la corrupción.