El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) advirtió este viernes que el modelo económico y social de Centroamérica no está listo para afrontar los desafíos que representa la llegada a la presidencia estadounidense del republicano Donald Trump, quien hoy, en su primer discurso como el líder de la primera economía del mundo afirmó que “desde este día solo será Estados Unidos primero”.
«El modelo económico y social prevaleciente en Centroamérica, con su énfasis en las exportaciones y la inversión extranjera directa como motores del crecimiento económico y su demostrada inefectividad para solucionar problemas estructurales de la región como la desigualdad, la exclusión y la pobreza, es inadecuado para enfrentar los desafíos de la Administración Trump», afirmó el ICEFI en un comunicado de prensa.
El ICEFI considera que el flujo de remesas, el comercio y la inversión extranjera directa se verían afectados si Trump cumple sus propuestas más radicales en cuanto a migración y proteccionismo económico.
La fuente recordó que Trump ha prometido una política de cero tolerancia hacia los migrantes y construir un muro en la frontera entre EE.UU y México, lo que afectaría en particular al llamado Triángulo Norte, El Salvador, Honduras y Guatemala. Una política más radical hacia la migración ilegal se dejaría sentir través de una disminución en las remesas que la diáspora envía a sus familias en Centroamérica, un rubro de importancia macroeconómica creciente, en magnitudes comparables a las exportaciones y a la inversión extranjera directa que llega a esos países.
Citando datos oficiales del Gobierno estadounidense, en 2015 se contabilizaron casi 2.2 millones de salvadoreños viviendo en Estados Unidos, y en ese año aportaron en remesas el equivalente al 9.9 % del Producto Interno Bruto (PIB) salvadoreño.
Otra vía de contagio sería el comercio. Trump desea implementar una serie de políticas proteccionistas «como parte de su postura contraria al comercio libre y la globalización”, indicó el ICEFI; y ha propuesto revisar e incluso retirar a EE.UU. de acuerdos comerciales, entre los cuales podría estar el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (DR-CAFTA, en inglés).
Precisamente EE.UU. es el principal socio comercial de El Salvador gracias al DR-CAFTA. En 2015, las exportaciones salvadoreñas a la nación norteamericana generaron ingresos equivalentes al 5.9 % del PIB, y las importaciones provenientes de EE.UU. representaron el 14.9 % de la producción nacional.
Estas mismas políticas afectarían también la inversión extranjera directa. En 2015, El Salvador recibió $160 millones en inversión estadounidense. En otros países de Centroamérica se han reducido estos flujos, por lo que “medidas drásticas de retiro de capital estadounidense como las que ya se están operando en México, agudizarían la reducción de su impacto en el crecimiento y el desarrollo económico de la región especialmente en los países en los que ya se han registrado menos flujos de inversión o estancamiento”, alertó el Instituto.
Los efectos de esta posición ya se comenzaron a sentir, dos de las mayores automotrices mudaron sus producciones de México a EE.UU, luego de que Trump las amenazara con obligarlas a pagar cuantiosos aranceles si permanecían en el país latinoamericano.
La indiferencia sobre el cambio climático que Trump ha demostrado durante toda su campaña es otra de las principales amenazas que la nueva administración ejerce sobre América Central. Trump llegó a calificar de “mito” al cambio climático y sus declaraciones en cuanto al destino de la gubernamental Agencia de Protección Ambiental son causa de alarma y preocupación.
Trump asumió la presidencia de los EEUU este día bajo un clima de protestas por ciudadanos estadounidenses que niegan al magnate como su presidente.