La diputada de la Bancada Cyan, Suecy Calleja, reveló que los exdiputados de la Asamblea Legislativa tenían un presupuesto para contratar personal, al cual les cobraban una comisión por haberlos incluido en su planilla.
«Entre las anomalías detectadas en la Asamblea se ha descubierto que había Diputados que cobraban una comisión a sus empleados por haberles concedido una plaza».
Callejas denunció que cada empleado entregaba una cuota mensual al diputado que lo había contratado, como una forma de cambio por el «favor otorgado».
Muchos empleados legislativos fueron victimas de esta corrupción, al igual que los mismos diputados ofrecieron y contrataron personas sin ir a trabajar, a lo que se conoce como «plaza fantasma».