La revista «The Lancet», publicó un estudio médico realizado por Surgisphere Corp en el cual afirmaron que el uso de la Hidroxicloroquina era dañina para los pacientes de COVID-19; sin embargo, luego de una investigación en Australia se determinó que los datos utilizados no concordaban con la realidad.
«Entonces Surgisphere Corp fue capturado falsificando datos para el estudio Lancet sobre hidroxicloroquina. Los hospitales niegan haber compartido datos de pacientes con esta misteriosa base de datos. Cuando se le pidió que revelara los hospitales de los que provenían los datos, Surgisphere se negó», resumió el médico de la Universidad de Columbia, James Todaro, coautor de «An Effective Treatment for Coronavirus» (Un Tratamiento Efectivo para el Coronavirus).
El estudio en contra de la Hidroxicloroquina alentó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a suspender su uso, por los riesgos que según Surgisphere Corp generaba, por lo que el fármaco que estaba siendo utilizado por todo el mundo dejó de ser distribuido a las personas contagiadas de COVID-19, aún cuando en el mundo se contabilizan más de 358 mil víctimas mortales a causa del virus.