La Policía Nacional de España ha desarticulado una peligrosa célula de la mara salvadoreña Salvatrucha (MS13) que intentaba establecerse en España. En la llamada operación Astas, desarrollada simultáneamente en Madrid, Barcelona, Tarragona y Alicante, se detuvo a 27 personas que ya estaban planeando adquirir armas de fuego y aceptar encargos de asesinato. La estructura criminal, aún en una fase inicial, buscaba replicar en territorio español el violento modelo de expansión que caracteriza a esta organización en Centroamérica y Estados Unidos.
La red desmantelada contaba con dos “clicas” activas en Madrid y Barcelona, con vínculos en otras provincias españolas y países europeos. Sus miembros —de entre 20 y 30 años y de diversas nacionalidades— enfrentan cargos por delitos como homicidio, robo con violencia, pertenencia a organización criminal y tráfico de drogas. Siete de los detenidos ya han ingresado en prisión, y otros dos fueron capturados dentro de centros penitenciarios por delitos previos relacionados con asesinatos.
Según la Policía, el germen de esta estructura fue un pandillero salvadoreño expulsado de Estados Unidos que comenzó a reorganizar actividades delictivas en Madrid. Desde febrero de este año, las autoridades detectaron contactos por videollamada con líderes en El Salvador y EE. UU., que daban instrucciones sobre reclutamiento, castigos internos y jerarquías. Para los investigadores, esta intervención ha sido clave para cortar de raíz el intento de implantación de una “franquicia del crimen” cuya verdadera vocación es la violencia extrema.