Según un reciente análisis, muchos votantes hispanos, especialmente provenientes de países con históricos conflictos políticos como Cuba y Venezuela, se sienten distantes del discurso progresista que promueven los demócratas.
Para estos votantes, símbolos como el puño en alto o el término «progresista» evocan recuerdos de regímenes autoritarios, tanto de izquierda como de derecha, de los que huyeron. A causa de esta creciente desconexión entre el Partido Demócrata y los votantes hispanos en Estados Unidos, se está creando un espacio para figuras como Nayib Bukele, Presidente de El Salvador, cuya popularidad se extiende más allá de las fronteras de su país.
Los demócratas enfrentan el reto de conectar con una población diversa y fragmentada que no se siente identificada con su mensaje actual. Los hispanos naturalizados de países como Venezuela y Argentina ven con escepticismo estas posturas. En cambio, líderes como Bukele y Javier Milei, presidente electo de Argentina, capturan su interés por las promesas de orden y reformas económicas.
A medida que las elecciones presidenciales de 2024 se acercan, la incertidumbre crece entre los votantes hispanos. Con una proyección de 36 millones de hispanos elegibles para votar, tanto demócratas como republicanos buscan conquistar a este electorado clave.
Fuente: https://www.newsweek.com/hispanic-latino-voters-democrats-progressive-1963627
