El alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gestelum, declaró este viernes «crisis humanitaria», debido a que no tiene los suficientes recursos económicos para atender las constantes caravanas de migrantes centroamericanos que están llegando desde hace varios días a esa ciudad en su camino a Estados Unidos.
A la fecha aproximadamente se han concentrado alrededor de 5,000 personas, incluyendo niños y de la tercera edad, que huyen de Honduras, El Salvador y Guatemala, en busca de oportunidades de trabajo, que no encuentran en sus países, ante lo cual Gestelúm dijo que buscará ayuda de la Organización de Nacionales Unidas (ONU) para tratar de satisfacer las necesidades más elementales de esta gente.
«No tenemos la infraestructura suficiente y necesaria para atender a cabalidad a estas personas y para darles un espacio digno», expresó el jefe edilicio de Tijuana en una conferencia de prensa a medios locales e internacionales que cubren el éxodo de centraomericanos.
Según el alcalde, desde la llegada de las caravanas la municipalidad ha tenido que destinar unos 24,800 dólares diarios para atender a los migrantes, lo que pone en riesgo la prestación de servicios públicos para los tijuanenses, ante la falta del aporte estatal.
Ante ello responsabilizó al presidente Enrique Peña Nieto por no entregar la ayuda económica necesaria ante la emergencia y dijo que no está dispuesto a sacrificar más los fondos municipales. «No voy a comprometer los servicios públicos, no voy a gastarme el dinero de los tijuanenses, no voy a endeudar a Tijuana, porque no lo hemos hecho en estos dos años». Especificó.
Las caravanas de hondureños, salvadoreños y guatemaltecos comenzaron a armarse en octubre por medio de las redes sociales, y desde entonces alrededor de siete mil migrantes han partido en varios grupos, a pie y pidiendo «aventón» a transportistas y automovilistas, con rumbo a Estados Unidos, dónde aseguran que pedirán refugio.