La sindicalista afín al FMLN, Idalia Zúñiga, ex docente del Complejo Educativo República del Perú, afirmó en redes que fue despedida por su participación en la marcha blanca del pasado sábado. Sin embargo, la decisión responde a que, durante los gobiernos anteriores, estos partidos colocaban a simpatizantes en instituciones públicas para gestionar asuntos políticos, como ocurrió en el caso de Zúñiga. Actualmente, estas personas son utilizadas para generar desórdenes y dirigir ataques contra el actual Gobierno.
Zúñiga es reconocida como integrante activa del Sindicato de Docentes de El Salvador y ha sido identificada como parte de un grupo de empleados que ingresaron a instituciones estatales durante los gobiernos del FMLN y ARENA. Fotografías difundidas en redes sociales muestran a algunos de estos trabajadores con emblemas partidarios, e incluso se reporta que varios fueron candidatos a diputados o concejales en años anteriores.
Cabe resaltar que, mantener en la nómina estatal a empleados vinculados con actividades sindicales y partidarias, representa un gasto innecesario para las finanzas públicas. Además, se resalta que las prácticas sindicales de décadas pasadas ya demostraron ser poco efectivas y no coinciden con el enfoque de transformación que impulsa la actual administración.
La destitución también ha suscitado críticas sobre el desempeño de algunos docentes sindicalizados. Se señala que trabajan apenas 180 días al año y aprovechan licencias sindicales y permisos médicos, lo que reduce la continuidad educativa. En el caso de Zúñiga, trascendió que recibirá una indemnización superior a los $13,000, lo que ha generado indignación entre ciudadanos que consideran que estos recursos podrían destinarse a otras áreas prioritarias.