Desde la convulsión política que tuvo Guatemala hace un año y que terminó con el mandato de Otto Pérz Molina como presidente, la sociedad del país centroamericano ha asumido un papel más fiscalizador.
Por lo cual el actual presidente guatemalteco Jimmy Morales es observado con ojo de lupa y se cuestiona desde ya, las 13 ocasiones que ha salido del país en concepto de viajes oficiales y privados.
Del total de salidas cuatro corresponden en los momentos críticos de su corta gestión, sobretodo cuando se involucra a su hijo y hermano en actos de corrupción, a lo cual expertos analistas comienzan a cuestionar el actuar del mandatario.
Una explicación lógica que encuentran los expertos es que los viajes pueden obedecer a un esquivo de cuestionamientos y de ser así, está siendo mal asesorado afirmaron los analistas.
Los analistas consideran que un presidente debe actuar de la mejor manera cuando es cuestionado y aclarar determinados casos a la opinión pública.
Ante los señalamientos hacia Morales, salió al paso el portavoz del gobierno de Guatemala diciendo que el país no queda acéfalo cuando el presidente anda de viaje, pues para ello existe el vicepresidente de la república, que asume su rol de presidente en funciones.