Las cárceles ecuatorianas se han convertido en centros de operación de bandas de narcotraficantes, con más de 500 reclusos muertos desde 2021, en enfrentamientos entre grupos que compiten por el control de este lucrativo negocio.
El sangriento escenario volvió a cobrar fuerza el pasado fin de semana, cuando al menos 27 reclusos fueron hallados muertos por asfixia el domingo por la tarde en la cárcel de Machala, en la provincia de El Oro, suroeste de Ecuador.
Sin embargo, por la madrugada del mismo día, un motín armado había dejado a cuatro fallecidos y decenas de heridos. Con el hallazgo de la tarde, ascendió a 31 el saldo de muertos.
Por su parte, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI), aseguró en un comunicado sin ofrecer detalles, que las 27 personas halladas muertas durante la tarde «entre ellos cometieron asfixia, lo que produjo muerte inmediata por suspensión».
