Durante el primer trimestre del año, se observó una desaceleración en el crecimiento económico de Estados Unidos, registrando una tasa anual del 1,6%, marcando una caída significativa en comparación con el 3,4% del trimestre anterior, según datos de la Oficina de Análisis Económico.
Esta desaceleración reciente se atribuye a la disminución en el gasto tanto de los hogares como del gobierno. Además, la tasa de crecimiento quedó por debajo de las expectativas previstas.
En paralelo, las exportaciones también se ralentizaron al comienzo del año, lo que contribuyó a la caída en el crecimiento económico.