Costa Rica mantiene desde el pasado 27 de abril toque de queda en el que ningún vehículo puede circular en las carreteras costarricenses de 9 de la noche a 5 de la mañana, a excepción de emergencias.
Esta restricción durará hasta el domingo 16 de mayo e incluye fines de semana, medida que puede considerarse un «toque de queda», como parte de las acciones para tratar de frenar la escalada de casos de COVID-19.
La crisis sanitaria que tiene al borde del colapso el sistema de salud de ese país, obligó al presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado Quesada, a emitir una alerta, que solo puede compararse a la de un desastre natural.