La corrupción también está enquistada en el sistema judicial, y ello podría poner en riesgo que haya una aplicación imparcial de justicia en la demanda entablada por el empresario Antonio Salaverría en contra del Banco Davivienda, ya que cada juez «tiene su precio».
Así lo expresó la reconocida abogada Tahnya Pator, quien destacó que en el círculo de abogados, todos saben que los jueces, desde los de paz hasta magistrados de Salas tienen tarifas, según la importacia de los casos, lo cual incide en que muchos procesos judiciales se caigan en los tribunales, aunque vayan bien sustentados.
«Uno puede llevar bien armado su caso, pero ¿y si aquél es compadre del juez o ya le pagó? Sabemos tarifas de jueces de San Salvador y del interior del país, de jueces de paz, de instrucción, de sentencia, de magistrados de Cámara y magistrados de la Sala», dijo en la entrevista Pencho y Aída.
La profesional del derecho acotó que, por lo tanto, la corrupción de la Corte Suprema de Justicia es de lo más difícil de erradicar, y agregó que el proceso de limpieza podría tardar entre 15 a 40 años, sobre todo en los casos de jueces y magistrados con vínculos partidarios.
«Uno puede llevar bien armado su caso, pero ¿y si aquel es compadre del juez o ya le pagó? Sabemos tarifas de jueces de San Salvador y del interior del país, de jueces de paz, de instrucción, de sentencia, de magistrados de Cámara y magistrados de la Sala»: @TahnyaPS
— Pencho y Aída (@PenchoyAida) January 14, 2020