Chile es uno de los países a nivel mundial que ha destacado por apostarle a la masiva vacunación anti-COVID19, pese a ello el número de contagios sigue en aumento, ya que según muchos expertos y la propia OMS han advertido que «el que apueste solo a la vacuna para combatir la pandemia tiene la batalla perdida».
La paradoja en el país suramericano es porque estarían confiando todo en la aplicación de la vacuna, debilitando a su vez, el resto de medidas de bioseguridad; tanto que el alza sostenida de infectados obligó a las autoridades a decretar una estricta cuarentena, confinando a más del 70% de la población.
“Alrededor del 30% de la población ha recibido una dosis y solo el 15% ya tiene las dos dosis de la vacuna. Es decir, entre el 70% y 85% de la población aún está en alto riesgo de contagio”, señala una investigación de la BBC.
Según los expertos, el aumento de casos en Chile se debe a una multiplicidad de factores, como por ejemplo, que las fronteras siguen abiertas y en enero y febrero las autoridades dieron permiso a la población para salir de vacaciones, justo en un momento en que en la región y particularmente en Brasil, registraba un alza sostenida de casos positivos.