A pesar que la navidad es una celebración a nivel mundial y que personajes como Santa Claus y sus duendes entre otros distintivos navideños son muy conocidos en muchos países, existen algunas diferencias en las celebraciones.
Cada país trata de integrar su cultura, haciendo cada celebración peculiarmente maravillosa, a continuación te damos algunos ejemplos.
El festival de los farolillos gigantes, Filipinas.
Esta celebración se hace todos los años el sábado previo a la Nochebuena en la ciudad de San Fernando, la “Capital de las Navidades” de Filipinas. Personas de todo el país de y del mundo entero acuden a ver el festival.
La cabra de Gavle, Suecia.
Esta tradición data desde 1966, también conocida como la cabra Yule de 13 metros de alto se construye en el centro de la plaza del castillo de Gavle anunciando el Adviento. Pero esta tradición navideña sueca ha generado sin querer otra costumbre: intentar prenderle fuego a la cabra. En sus 48 años de historia, han conseguido quemar la cabra en 26 ocasiones, la más reciente fue en 2013.
Krampus, Austria
Se dice que es el demonio que atormenta a todos aquellos que no viven el espíritu de la navidad y contrario a Santa este no trae regalo, sino miseria y maldición, también las antiguas creencias decían que Krampus era la sombra furiosa de Santa Claus.
Los jóvenes Yule, Islandia
Durante los 13 días previos a Navidad, 13 pícaros aparecen en el país del hielo, los jóvenes Yule (jólasveinar en islandés)y salen a visitar a los niños de todo el país.
En cada una de esas noches, los niños dejan sus mejores zapatos al lado de la ventana y los jóvenes Yule les traen regalos a aquellos niños que se han portado bien, y patatas podridas, a los que se han portado mal.
Vestidos con trajes tradicionales islandeses, los Yule son muy traviesos y sus nombres nos dan una pista del lío que pueden causar: Stekkjastaur (el acosador de ovejas), Giljagaur (el vigilante desde las zanjas), Stúfur (el chaparro), Þvörusleikir (el chupacucharas), Pottaskefill (el rascaollas), Askasleikir (el chupaplatos), Hurðaskellir (el portazos), Skyrgámur (el devorayogures), Bjúgnakrækir (el robasalchichas), Gluggagægir (el vigilante desde las ventanas), Gáttaþefur (el husmeador de puertas), Ketkrókur (el gancho robacarnes) y Kertasníkir (el robavelas).
Fuente: www.momondo.es
