Desde el 2016 El Salvador se posicionó como el país más violento de la región centroamericana, ese año murieron más de 6,000 personas y el gobierno del FMLN demostraba su incapacidad para enfrentar el flagelo.
Ante la creciente alza de homicidios en lo que va del año y a las puertas para que el FMLN salga del poder, el ministro de Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, indicó que como institución pretenden bajar la tasa de homicidios a un promedio de 8 al día.
«La tendencia va a ser mejorada, ya el año pasado se redujeron los indicadores a la mitad. En el 2015 se presentaron 18 homicidios diarios, en 2016 eran 15, en 2017 fueron 10 (promedio diarios), en 2018 fue de 9 y este año, hasta hoy, la tendencia nos dice que podemos terminar con un promedio de 8 o menos», dijo Ramírez Landaverde en una entrevista televisiva.
Lo lamentable de las declaraciones de las autoridades del gobierno, es percibir cierto grado de conformismo, cuando es evidente que la cifra de 8 salvadoreños asesinados a diario a manos de la delincuencia, es alarmante y demuestra la ineficiencia del gobierno saliente.
Solo el mes de abril, recién finalizado, cerró con un total de 325 asesinatos, de acuerdo con las estadísticas de la Policía Nacional Civil (PNC). Esta cifra refleja 10 crímenes más en comparación con los datos del mismo periodo del año pasado, cuando fueron reportados 315 asesinatos.