El pasado 14 de octubre, marcó la historia de El Salvador gracias a la canonización de San Óscar Arnulfo Romero, canonizado por el papa Francisco, en una ceremonia especial llevada a cabo en la Basílica y Plaza de San Pedro, en El Vaticano.
Fueron miles de salvadoreños, los que viajaron hasta Roma, para presenciar en persona tan solemne acto; otros miles así mismo estuvieron pendientes de la transmisión en la madrugada de ese domingo, sin embargo, este hecho trascendió fronteras, ya que miles de latinoamericanos igualmente se regocijaron con el evento.
Como muestra del impacto del legado de San Romero, en el barrio la Ceiba, de la ciudad de Cali, Colombia, había otro motivo especial: la capilla de la localidad, que por años había llevado el nombre de Jesús de Nazareth, pasó a ser la Parroquia San Óscar Romero, Obispo y Mártir, como un homenaje al Santo.
El encargado de presidir la solemne eucaristía de inauguración fue el Arzobispo de Cali, Monseñor Darío de Jesús Monsalve, quien durante la homilía invitó a toda la comunidad a «Luchar por una Iglesia más fiel al Evangelio, a ejemplo de San Óscar Romero».
El padre Carlos Alexis Cortés Peñuela, Párroco de San Óscar Romero Obispo y Mártir dijo sentirse «Agradecido con el Señor por esta gran bendición que nos ha dado a través de Monseñor Darío de Jesús al erigir esta nueva parroquia».
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