El Salvador ha dejado de ser la «capital mundial del asesinato» y se ha convertido en un ejemplo de transformación. Gracias a las controvertidas tácticas del Presidente Nayib Bukele para combatir el crimen, el país ha experimentado una drástica reducción de la delincuencia, generando esperanza y seguridad en sus ciudadanos.
Según el corresponsal de CNN, David Culver, «casi todas las personas que conocemos nos dicen que se sienten liberadas». Este cambio ha sido tan significativo que muchas personas que habían emigrado a Estados Unidos están regresando, incluso después de haber construido nuevas vidas allí durante décadas.
La seguridad mejorada ha captado la atención del mundo, que ve en el país un ejemplo de reinvención. Los esfuerzos del gobierno han devuelto la paz a las calles, brindando a los salvadoreños un entorno más seguro para vivir. Esto se refleja en los datos de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, que muestran una disminución en el número de salvadoreños que emigran al norte.
En 2022, se registraron más de 97,000 encuentros de ciudadanos salvadoreños en la frontera sur de Estados Unidos. En 2023, esa cifra cayó a poco más de 61,000, y se espera una nueva disminución para 2024. Este descenso es un reflejo del impacto positivo que las mejoras en la seguridad están teniendo en la vida de los salvadoreños.