El Salvador se encuentra a las puertas de conmemorar 25 años de la firma de los acuerdos de paz, que significó el final de 12 años aproximados de guerra civil en el país, entre la Fuerza Armada de El Salvador y la extinta guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberción Nacional (FMLN).
Será este 16 de enero que se recordará ese día cuando el fin de la guerra fue una realidad tras la firma de los acuerdos de paz, que tuvo lugar en el Castillo de Chapultepec, México.
A pesar del surgimiento de una nueva era en El Salvador ante un nuevo panorama político, no se puede omitir en la historia reciente este lugubre capítulo de sangre, sobretodo por las más de 75,000 muertes que dejó el conflicto bélico en ambos bandos.
Según el reporte de la Comisión de la Verdad establecida al finalizar la cruenta guerra, este arrojó datos reveladores donde el ejército salvadoreño fue el responsable del 85% de las muertes, mientras que el resto es atribuído a la exguerrilla. Entre las víctimas se contabolizan aniquilamientos selectivos de líderes sindicales, líderes campesinos, profesores, estudiantes universitarios, religiosos, y diversos opositores que cuestionaban el actuar del militarismo salvadoreño.
El número de muertes durante la guerra en su mayoría eran civiles, y comparándolo con el número de habitantes durante la década de los 80 periodo en que se suscitó el conflicto, el 2% de la población total salvadoreña murió.
Sin embargo, el número de muertes del conflicto armado es menor a la estapa de la pos-guerra, y contrario a lo que se pensaba, la violencia criminal ha superado significativamente los indices sangrientos a nivel nacional.