China celebró este 21 de junio la edición más polémica de su mayor festival de carne de perro, el de la ciudad de Yulin, con una fuerte presencia policial y mediática. Las protestas a nivel local e internacional para poner fin a esta tradición han incrementado durante los últimos años.
Diversos grupos de activistas se acercaron al mercado donde los perros se hacinan en pequeñas jaulas para liberar a algunos de ellos, pagando de 500 a 700 yuanes (70 y 100 dólares) por animal a los comerciantes.
A pesar de las disputas, los asistentes al festival pudieron celebrar una vez más el solsticio de verano comiendo carne de perro, movidos por la creencia de que ayuda a combatir el calor estival y es beneficioso para el cuerpo.
Entre 2.000 y 4.000 perros serán sacrificados, tradicionalmente apaleados con barras de metal, si bien cientos han sido matados de forma previa, por lo que la cifra total es mucho mayor, según confirmaron a Efe desde Humane Society International (HSI), uno de los grupos líderes en la lucha contra el comercio de estos animales en China.
El Gobierno sigue permitiendo este acontecimiento, aunque trata desde hace unos años de distanciarse, mientras aumenta la presión nacional e internacional.
Foto: Agencias Internacionales