Un informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos nombró a El Salvador y los seis restantes países de Centroamérica como ambientes ideales para el lavado de dinero productor del tráfico de drogas y el crimen organizado. El documento destacó a la región como “el corredor principal de la cocaína” para el mercado norteamericano.
El estudio titulado “Informe sobre la Estrategia de Control Internacional de Nárcoticos” (INCSR) ha vuelto incluir a Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, como naciones primarias en lavado de dinero, es decir que las instituciones financieras centroamericanas participan en la transacciones de divisas que involucran fuertes cantidades de efectivo proveniente del narco.
Los Estados Unidos consideran Guatemala, Costa Rica, Panamá y El Salvador importantes centros financieros donde la mayoría de lavado de dinero se produce a través de bancos.
Según el INCSR, esta situación converge con el traslado de cocaína en América Central. A partir de las selvas de Panamá, en la región del Darién fronteriza con Colombia, hasta el río Usumacinta y el Petén, en el noreste guatemalteco, el polvo blanco sigue circulando sin oposición a través de varios medios de transporte.
De acuerdo con la INCSR, unas 1 000 toneladas de cocaína fueron transportados el año pasado a través de Guatemala. Cifra que podría ser mucho mayor tomando en cuenta que la producción de cocaína alcanzó los 1 350 en el 2016.