El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña aprobó este jueves el toque de queda solicitado por el gobierno regional, que entrará en vigor desde la madrugada del viernes para intentar frenar la ola de contagios de COVID-19.
Las restricciones rigen desde la 1 de la madrugada hasta las 6 de la mañana y durarán al menos dos semanas, que podrían prolongarse en virtud de la curva de infecciones tras las fiestas de fin de año.
En vista de este límite, la actividad comercial deberá cesar su actividad a las 12:30 de la madrugada. En tanto, los aforos fueron reducidos al 70% en todos los sectores, y al 50% en espacios cerrados de restaurantes y bares. El ocio nocturno enfrenta un cierre total.
También, la Justicia autorizó el límite de 10 personas por reunión. Su aval era necesario para restricciones que afectan a derechos fundamentales como la libertad de movimiento, de reunión y de culto.
El toque de queda rige en aquellas localidades donde la incidencia sobrepase los 250 casos por 100.000 habitantes en siete días, lo que abarca a 125 municipios con 6,3 millones de habitantes, según cifras recientes.
Barcelona, capital regional, cuenta con una tasa de 472,5 por cada 100 mil personas, mientras que solo algunas localidades quedan por debajo del umbral.