Carlos Calleja, un joven y poderoso empresario emergente y heredero de uno los principales imperios comercial del país, ha decidido abrir la puerta a una eventual candidatura. Pero sus exitosas estrategias comerciales no las ha podido repetir en el ámbito político y lo primero que debería de hacer es cambiar a sus asesores porque sus primeros intentos de salida han sido en falso.
El año anterior, que logró tramitar una visita al país del ex presidente estadounidense Bill Clinton, se le coló en la foto el dueño de la minera Pacific Rim, Frank Giustra, misma empresa que acaba de perder un litigio contra el estado salvadoreño. La sola presencia de este “filántropo” como le dan en llamar a estos ilustres ciudadanos, le empañó su primera postal.
En las semanas pasadas, durante su presencia en el espacio de la entrevista Frente a Frente casi terminó de confirmar la tesis del Alcalde Nayib Bukele de que los acontecimientos actuales que emanan desde la Fiscalía preparan un retorno de ARENA al poder.
El nuevo error de sus asesores fue haberlo mandado a los medios en el momento más impreciso, en donde la noticia era lo referido al caso Saca. “Nunca: me han enseñado que no hay que decirlo; pero yo me siento muy firme en mi convicción de que meterme en la política, ahorita, no es lo que conviene y lo que mi vida me permite en términos de los objetivos que tenemos como empresario y como un hombre que quiere trabajar mucho en lo social”, le dijo a Moisés Urbina en el programa Frente a Frente.
La astronómica inversión publicitaria del grupo Calleja, que según información contrastada con diferentes agencias publicitarias, supera los 40 millones de dólares anuales, lo convierte en el cliente número uno de todos los medios en los que el grupo se anuncia y, por tanto, será muy fácil pedir una cobertura conveniente a la hora de dar el paso hacia la arena política.
“Yo me siento realizado trabajando desde nuestra trinchera. No solo realizado, agradecido con Dios de poder trabajar en una empresa como es Súper Selectos, donde podemos hacer una diferencia, estamos haciendo una diferencia, generando inversiones, generando empleos, fortaleciendo el capital humano, capacitando a salvadoreños”. Esto ya es parte del guión político, ya son mensajes políticos.
En comunicación política, negar un hecho produce un resultado totalmente predecible. La nueva crisis de ARENA es que podrían sacar terminación en la agenda de delitos económicos y es aún muy temprano para sacar a los caballos sin jinetes.