Según informes de la Policía Nacional Civil (PNC) de Guatemala, el surgimiento de una nueva droga denominada “pollo” ha encendido alertas, y el foco de distribución proviene de las cárceles, donde las drogas circulan sin ningún control.
Esta droga artesanal, que consiste en una mezcla de marihuana con gallinaza o excreta de gallina, se comenzó a vender en el país en sectores de discotecas y bares. Según médicos, sus efectos son similares a los que provoca fumar crack, con cocaína, como adicción y daños en el organismo.
Javier Ramírez, asesor en reducción de la demanda y coordinador del programa nacional de la prevención comunitaria de la Secretaría Ejecutiva de la Comisión contra las Adicciones y el Tráfico Ilícito de Drogas, expuso que el consumo de esa droga comenzó en las cárceles, aunque los mismos reclusos han preferido no consumirla por el alto riesgo que implica.