Unos 4,500 migrantes que viajan a pie desde Honduras rumbo a Estados Unidos lograron pasar la línea de frontera con Guatemala, tras romper un cerco policial.
Primero vencieron una línea de policías de Honduras. Luego avanzaron formando cadenas humanas hasta donde los esperaba la guardia de Guatemala. Allí las autoridades les aclararon que solo podían pasar quienes llevasen sus documentos en regla y una prueba negativa de COVID-19.
La decisión de no enfrentar a los migrantes, según un agente policial, se tomó al constatar que en el grupo había muchas familias con menores de edad.
Pero a pesar de que muchos no portaban el examen de COVID, los migrantes apretaron la marcha, y tras un forcejeo inicial lograron ingresar sin enfrentamientos.