Cerca de dos mil brasileños salieron a marchar en Sao Paulo contra la corrupción y en defensa de la operación Lava Jato, que desde hace más de dos años investiga el desvío de dinero en la petrolera estatal Petrobras.
Durante las marchas se escucharon fuertes críticas contra el expresidente Lula da Silva, quien mantiene varios frentes abiertos en la Justicia por supuesta corrupción.
Este lunes, el juez Sergio Moro comenzará a escuchar los primeros testigos del juicio abierto contra el expresidente por supuestos favores indebidos recibidos por la constructora OAS, condenada por su implicación en el escándalo de Petrobras.
La Fiscalía sostiene que Lula y su esposa recibieron ilegalmente alrededor de 1.1 millones de dólares de la constructora OAS mediante la reforma y decoración de un apartamento triplex con vista al mar, del que Lula niega ser propietario.