El Salvador está dando un paso firme hacia la sostenibilidad financiera, al implementar un canje de deuda que busca reducir sus costos de endeudamiento. Esta medida, que está ganando impulso en los mercados emergentes, tiene el potencial de transformar el acceso a la financiación en el país.
La nación centroamericana ha invitado a los tenedores de nueve operaciones de deuda denominadas en dólares a participar en el canje, según un comunicado oficial. En caso de concretarse, El Salvador emitirá nuevas notas que serán adquiridas por una entidad con fines especiales, financiada mediante un préstamo de JPMorgan Chase & Co.
Este movimiento es parte de una estrategia más amplia de refinanciamiento para generar ahorros significativos, mientras impulsa proyectos de conservación y sostenibilidad que aún no han sido detallados. Este tipo de transacciones permiten a los países con dificultades financieras reducir sus costes de endeudamiento, mediante el respaldo de prestamistas multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo.
El canje, cuya licitación vence el 10 de octubre, será un hito para El Salvador en su búsqueda de estabilidad financiera y responsabilidad ambiental, anunciando el tamaño de la transacción el 15 de octubre.
Esta iniciativa llega en un momento clave, tras la mejora en mayo de la calificación soberana del país por parte de Moody’s Ratings, lo que resalta el compromiso de El Salvador con un futuro económico más sostenible y eficiente.