Bale volvió y tardó poco en hacer notar su presencia en el campo con un gol. El Madrid volvió a sumar tres puntos con un partido sólido y cómodo ante un Espanyol que no hizo ni amago de amenaza.
Morata, que volvía a ser titular, abrió la lata a pase de un Isco que también asistió a Bale en una tarde de brillo.
Tras unos primeros minutos en los que le costó encontrar los espacios, el Madrid fue poco a poco sintiéndose más cómodo sobre el césped, generando numerosas ocasiones sobre la meta de los periquitos.
Sin embargo, después del gol de Morata en el minuto 33, la avalancha blanca cayó sobre el terreno dominando el juego.