Como cada 2 de noviembre, los salvadoreños se abocaron a los diferentes cementerios del país, en los que la Policía Nacional Civil (PNC) garantizó la seguridad de los visitantes dentro y fuera de estos lugares.
Este año fue diferente debido a la pandemia del COVID-19, el Ministerio de Salud (MINSAL) y Protección Civil verificaron que la población cumpliera con todos los protocolos sanitarios y así evitar más contagios de la enfermedad.
Las autoridades explicaban en las entradas los pasos a seguir, la permanencia de los vistantes fue entre 20 a 30 minutos, se verificó la temperatura, uso obligatorio de mascarilla, entre otras medidas.