Las autoridades de Ámsterdam, capital de los Países Bajos, repelieron a los inconformes que salieron a protestar en contra del confinamiento y toque de queda, debido a repunte de casos del Coronavirus.
La policía utilizó cañones de agua, perros y guardia montada para dispersar a la multitud de protestantes que se habían concentrado en la Plaza de los Museos. Un centenar de personas fueron arrestadas.
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