Debido a las variantes más contagiosas del Coronavirus, Austria se ha convertido en uno de los primeros países de Europa en hacer obligatorio el uso de mascarillas FFP2 para contener la transmisión de la enfermedad.
La medida también deberá aplicarse en supermercados, propietarios de talleres, profesionales de la salud, maestros, empleados de almacén y las personas del servicio público, ya que repelen el 94 % de aerosoles.
Las autoridades de Austria han registrado unos 130 nuevos contagios diarios por cada 100,000 habitantes, sobrepasando las proyecciones del gobierno.