A partir del próximo lunes, unos 300 miembros del ejército ayudarán a la policía a ir de puerta en puerta para asegurarse de que las personas que hayan dado positivo en las pruebas estén aisladas; lo afirmó Mick Fuller, el encargado de la policía del estado del sureste australiano Nueva Gales del Sur -cuya capital es Sídney-, en una conferencia de prensa.
El gobierno de Australia desplegó a militares de las Fuerzas de Defensa Australianas (ADF) en la ciudad de Sídney, la más grande del país, debido a un fuerte brote de contagios por la propagación de la variante delta del coronavirus.
La localidad empezó un confinamiento total el 26 de junio, el cual se mantendrá hasta el 27 de agosto próximo, una determinación que desencadenó una serie de manifestaciones de repudio.
Esta semana, las autoridades australianas dispusieron, además, medidas también duras en otras zonas afectadas en el país, que incluyen testeos obligatorios y uso de máscaras al aire libre.