La salida del poder del presidente sirio, Bashar al Assad, es la única solución para acabar con la guerra interna que desangra a ese país del Medio Oriente, según Estados Unidos.
“No vemos a una Siria en paz con Assad. Esta es una situación complicada no hay respuestas fáciles y una solución política es lo que tendrá que pasar. Pero no habrá solución política con Assad como cabeza del régimen”, dijo la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley.
Con esas declaraciones, Haley dejó abierta la posibilidad de que el presidente Donald Trump ordene nuevos ataques contra el gobierno de Assad.
“Él no va a parar, si necesita hacer más, hará más. Realmente ahora lo que pase depende de cómo todos respondan”, agregó la embajadora.
La representante diplomática de Estados Unidos ante la ONU recalcó que la fuerza aérea de Siria llevó a cabo el ataque químico contra civiles en la provincia de Idlib, que mató a 86 personas y más de 500 heridos.
Por su parte el régimen sirio denunció ante la comunidad internacional que el bombardeo con 59 misiles tomahawk a la base al Shayrat, mató nueve civiles, entre ellos cuatro niños.