Un manifestante opositor murió el pasado jueves de un disparo en una nueva jornada de violencia atizada por el conflicto en torno a la Asamblea Constituyente convocada por el presidente venezolano, Nicolás Maduro. El número de víctimas en el marco de este tipo de protestas continúa al alza.
Los disturbios estallaron luego de que los cuerpos de seguridad bloquearan con gases lacrimógenos y chorros de agua a presión una marcha hacia la Fiscalía, que según la oposición marcó el inicio de la «fase decisiva» para un cambio de gobierno.
En rueda de prensa con corresponsales extranjeros, Maduro ratificó este jueves que el uso de perdigones y armas de fuego para el control de manifestaciones está «prohibido» y que quien viole la norma «irá preso
En tanto, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, dijo el pasado jueves esar insatisfecho con la inacción de la Organización de Estados Americanos (OEA) ante la profunda crisis de Venezuela.
Los comentarios de Pence coinciden con el fin de la Asamblea General de la OEA, en la que los países miembro no encontraron el consenso necesario para aprobar una resolución contra el Gobierno de Nicolás Maduro.