El Atlético de Madrid tiró de oficio para lograr el pase a semifinales por tercera vez en las últimas cuatro temporadas. Saúl adelantó a los visitantes en la primera parte y Vardy puso el definitivo 1-1 en la segunda.
La gran novedad en el 11 de Simeone fue la presencia de José María Giménez. Se había especulado mucho sobre quién sería el acompañante de Griezmann en la punta de ataque, si Fernando Torres o un ya recuperado Kevin Gameiro.
El ‘Cholo’ decidió apostar por el uruguayo para fortalecer el centro del campo atlético, algo que ya probó el fin de semana en el 3-0 ante Osasuna en la Liga. En el Leicester, destacar la vuelta del capitán Wes Morgan al eje de la zaga.
El primer objetivo del Atlético era frenar la acometida inicial del Leicester, y éste lo logró sin muchos apuros. El conjunto de la capital de España apenas pasó apuros en el primer cuarto de hora de juego, demostrando que tenía muy bien aprendido el guion del partido.
El segundo objetivo era el de marcar un gol, y éste llegó en el 21’. Filipe Luís puso un excelente centro desde la izquierda y Saúl superó a Schmeichel con un gran remate picado de cabeza. El tanto obligaba al Leicester a hacer tres goles a un equipo que ha dejado su portería a cero en siete de sus nueve últimos encuentros.
Shakespeare se vio obligado a hacer cambios en el descanso, y dio entrada a Ulloa, ex del Almería, y a Chilwell. Okazaki y Benalouane fueron los sacrificados. En el 49’ pudo matar la eliminatoria el Atlético, pero Carrasco no llegó por muy poco a un centro raso de Griezmann desde la derecha.
El Leicester no se rindió, y en el 61’ obtuvo motivos para la esperanza con el tanto de Vardy. El delantero inglés fue el más listo y aprovechó un balón muerto dentro del área para empatar el encuentro. El tanto espoleó a los locales, y el Atlético comenzó a pasar serios apuros en defensa.
Pero entonces salió a relucir la experiencia que el Atlético ha acumulado en estos últimos años, y que le permitirá disputar su tercera semifinal en las cuatro últimas temporadas.