ARENA es el partido más partido en este momento. La lucha de los grupos financieros, la poca transparencia en la escogitación de su candidato, los encontronazos por los intentos de la privatización del agua y por la ley de educación para la Diversidad Sexual lo han convertido en un inmenso mar de arenas movedizas donde poco a poco se hunde Carlos Calleja.
El principal rival de ARENA no es el FMLN, ni mucho menos Nayib Bukele, que al momento abandera todas las encuestas para las presidenciales del 2019. El principal enemigo de ARENA es el propio ARENA, así de simple.
ARENA se ha transformado en un enorme campo de batalla, donde cada día se esconden menos las diferencias internas. De la poca transparente elección del candidato presidencial, en donde Javier Simán resultó perdiendo, después de participar en un proceso completamente viciado en su contra, y a pesar de ser el candidato más idóneo de la derecha, la lucha se ha pasado al campo legislativo.
Esta semana, ARENA revivió los temores que creyó exorcizados con la partida de Johnny Wright, por mucho uno de los mejores diputados de la pasada legislatura. Wright no se ha ido de la Asamblea, se ha multiplicado en Felisa Cristales, Josué Godoy, Arturo Magaña y Rosa Romero y otros que no se atreven a dar la cara, como Claudia Cristiani. Este grupo tomó notoriedad con la presentación de la «Ley de educación en la afectividad y sexualidad responsable”, que en resumen busca que los niños sean educados en las escuelas públicas sobre la diversidad sexual.
Leer también: Continúan críticas a diputada Felissa Cristales por proyecto sobre sexualidad
El tema de la sexualidad cayó como una bomba dentro de ARENA, un partido principalmente conservador. Y el resultado fue un choque entre la diputada Patricia Valdivieso, hija de uno de los fundadores del partido, y Cristales. El problema se agrava porque es un secreto a voces que Cristales, Godoy y Magaña recibieron el apoyo de Carlos Calleja para impulsar esta propuesta de ley.
Calleja también empezó a hundirse en las arenas movedizas de la Ley de Agua, que está desesperadamente tratando de impulsar ARENA frente a la presión de muchos grupos poderosamente económicos que ven como la distribución del agua potable es el próximo negocio millonario a repartir. Calleja llegó a la Asamblea con la intención de filmar un “spot de televisión” sobre el tema agua, y lo único que logró fue montar un drama al salir de la mano con cuestionados diputados del PCN, con el diputado mundialista Carlos Reyes y contradiciendo lo que ARENA había defendido por años.
Finalmente, ARENA está viviendo una batalla interna para la elección de la fórmula de Calleja. La ex canciller Marisol Argueta hizo vivir al candidato presidencial una vergüenza épica al negarse en público ser su candidata a vicepresidente. Igual respuesta, pero en privado, la tuvo del ex ministro Mario Salaverría.
Pero hay quienes sí quieren ese puesto: una es Milagro Navas, la eterna alcaldesa de Antiguo Cuscatlán y representante de los dinosaurios políticos de este país; Luis Membreño, un economista que no tiene ningún reconocimiento entre las bases del partido y mucho menos entre la población. Y, finalmente, hay un tercer grupo, los obviados, como Gerardo Awad, a los que ni siquiera se ha hecho el intento de ser tomados en cuenta.
En estos meses, Calleja ha descubierto que su principal rival no es otra bandera u otro candidato, Su gran enemigo es el propio ARENA, con sus intereses económicos, con sus luchas entre grupos de poder, con sus ataduras ideológicas, con su pasado lleno de corrupción (y con el que no basta pedir perdón para seguir adelante). ARENA es hoy por hoy un mar de arenas movedizas que poco a poco traga hacia el fracaso a Carlos Calleja, un candidato tan novel como tan falto de liderazgo.
Y El tiro de gracia lo ha dado el ex precandidato Luis Parada con una contundente denuncia de nuevo intento de negocio del club de los mineros que ahora han escondido la marca de origen Pacific Rim y la mutaron a Bienestar SA de C.V. que no es otra cosa que traducir el modelo de Minería Verde que impulsa la iniciativa Clinton – Giustra en América Latina.
En el mapa aún hace falta el pase de factura de un poderoso grupo que se consideran los herederos de la línea más conservadora de Roberto d ‘Aubuisson, los fundadores que deberán salir a rescatar lo poco que queda de aquel partido de la Paz, El Progreso y La Libertad.
Leer también: Luis Parada: La empresa minera OceanaGold aún sigue operando en el país