ARENA y FMLN recibieron casi $58 millones en deuda política entre 2012 y 2018

Por Redacción UH

Los partidos políticos ARENA y FMLN recibieron un total de $57,952,913.16 en concepto de deuda política entre 2012 y 2018, según datos oficiales de los portales de Transparencia del Ministerio de Hacienda y la Corte de Cuentas de la República (CCR). Estos fondos fueron utilizados para financiar diversas campañas electorales, incluyendo las presidenciales, municipales, legislativas y del Parlamento Centroamericano (Parlacen).

ARENA recibió un total de $32,443,460.05, mientras que el FMLN obtuvo $25,509,453.11 en el mismo período. En 2018, el Ministerio de Hacienda transfirió $5,354,777.18 para ARENA y $4,818,470.77 para el FMLN, año en el que se celebraron elecciones para alcaldes y diputados. En 2017, las transferencias fueron de $3,143,284.19 para ARENA y $2,930,749.19 para el partido de izquierda. No hay registros de erogaciones en 2016, pero en 2015 se entregaron $6,777,205.24 a ARENA y $3,799,383.33 al FMLN para las elecciones municipales y legislativas.

Las elecciones presidenciales de 2014, en las que resultó ganador Salvador Sánchez Cerén, representaron para el FMLN un monto inicial de $5,722,760.56, mientras que ARENA obtuvo $4,581,694.32. Sin embargo, según auditorías de la CCR, el monto final para el FMLN ascendió a $8,469,320.90 y para ARENA a $9,176,665.60. En 2013, ARENA recibió $3,694,971.28 y el FMLN $4,843,258.00. En 2012, para elecciones legislativas y municipales, el financiamiento fue de $4,296,556.56 para ARENA y $648,270.92 para el FMLN.

La deuda política está reconocida en el artículo 210 de la Constitución como un mecanismo de financiamiento para los partidos, con el objetivo de garantizar su independencia. La Ley de Partidos Políticos establece en su artículo 55 que las agrupaciones tienen derecho a un anticipo del 75 % del monto calculado según los votos obtenidos en la elección anterior. Sin embargo, el presidente Nayib Bukele propuso recientemente eliminar este mecanismo, argumentando que los partidos deberían financiarse por sus propios medios, como hizo Nuevas Ideas en 2019.