Con el único objetivo de recuperar adeptos, tras la renuncia de varios de sus miembros, ARENA ahora se presenta como un nuevo proyecto fundamentado en la «lealtad y honradez».
Sin embargo, debido a que este partido es símbolo de la corrupción varios alcaldes y exalcaldes han decido renunciar al partido porque como instituto político se han convertido en una oposición «torpe».
Actuales, diputados y los recién no reelectos son señalados de cometer actos de corrupción, quienes aprovechándose de sus cargos han desfalcado al estado salvadoreño, dejando un país sumergido en la desigualdad social.
Por ello, la nueva Asamblea Legislativa ha creado una Comisión Especial para investigar la entrega de sobresueldos en gobiernos anteriores y otra, que indaga el destino de los fondos entregados a ONG fachadas.