Según se detalló en la lectura del expediente durante la sesión de instalación de la comisión especial de antejuicio, entre los acuerdos que presuntamente alcanzó Norman Quijano con los cabecillas de las principales pandillas estuvo que, en caso de ganar las elecciones presidenciales de 2014, se iba a avalar que cada pandilla podría asesinar a dos salvadoreños cada día durante la administración presidencial de Quijano.
«En el expediente que leímos en la sesión de instalación nos dimos cuenta de que Norman Quijano, con la venia del Coena, negoció con los pandilleros asesinar a dos salvadoreños cada día para cada pandilla, y que debían avisar cada vez que cometieran esos horrendos hechos», puntualizó la diputada Marcela Pineda.
Un segundo acuerdo que Quijano habría alcanzado con los cabecillas de las pandillas fue consensuar que el cargo de ministro de Justicia y Seguridad Pública lo ocuparía el excomandante guerrillero Facundo Guardado.
En esa reunión con los pandilleros estuvo el exalcalde de San Salvador Ernesto Muyshondt, quien purga desde junio pasado una condena penal por negociar con las pandillas.
«Quijano ofreció a las pandillas todo un gobierno a su disposición. Iban a acordar quién estaría al frente del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública. Además, les dijo que iba a reducir la operatividad de la Policía Nacional Civil y de la Fuerza Armada en el territorio», detalló la diputada Rebeca Santos.