El procurador de Derechos Humanos impuesto por la Asamblea Legislativa, Apolonio Tobar, calla ante el derecho que el pueblo salvadoreño tiene a que se le proteja la salud y vida frente el Coronavirus.
A la fecha, no se ha visto al procurador luchando para que la Asamblea Legislativa y la Sala de lo Constitucional le devuelvan las facultades al Gobierno para contener al Coronavirus.
Extrañamente en otras ocasiones sí se ha pronunciando cuando está en medio la vulneración de los intereses políticos y económicos de los partidos tradicionales evidenciado que su rol está sesgado.