Sobre el estrés se pueden derramar miles de galones de tinta en páginas de periódicos convencionales y dedicar cientos de escritos en sitios virtuales, pero hay sector de la población que merece especial atención para evitar que pase inadvertido como la invisibilidad de su misión: las amas de casa.
Muy pocas veces se repara en el rutinario y estresante trabajo que realiza la mujer en el hogar. Esta misión da la impresión que no genera tensión, pero es un espejismo. Quien desempeña labores de ama de casa trabaja sin horario y sus preocupaciones individuales obedecen intereses colectivos.
“Podemos considerar al ama de casa como una mujer cuya actividad cotidiana primordial es la atención de su familia y el cuido de la vivienda”, sostiene un artículo en la página “La mente es maravillosa”. “El ama de casa está expuesta a una gran cantidad de estresores”, añade.
Eso obedece en que en sus hombros recaen responsabilidades y obligaciones que demandan esfuerzos físicos y psíquicos.
En el hogar por ejemplo es la mujer la que tradicionalmente asume las labores de limpieza, y eso pasa no solo por tener ordenada y limpia la casa, sino también por conseguir que su familia luzca limpia y perfumada.
En el aspecto psíquico todos los días la mujer desgasta su mente no solo en cuál será el menú que servirá a la mesa, sino también en planificar que los recursos financieros disponibles alcancen.
El Instituto Gerontológico, en su página virtual, afirma que en España más de seis millones de mujeres se dedican a labores caseras y la mayoría de ellas sufre el llamado “Síndrome del ama de casa” que es una serie de trastornos físicos y psíquicos, en los que el estrés crónico es una de las causales.
“Las estadísticas demuestran que las amas de casa encabezan las listas en lo que a depresión, estrés, insomnio, artrosis y problemas vasculares se refieren”, explica.
Y es que, en lo físico el trabajo del ama de casa implica múltiples funciones: recoger objetos, hacer la cama, limpiar y tender ropa, e infinitos levantamientos de peso. Además tampoco se puede pasar por alto los accidentes domésticos provocados por abrasivos limpiadores, el fuego de la cocina o caídas.