Como medida para frenar la propagación del coronavirus, la canciller alemana, Angela Merkel, y su sucesor, Olaf Scholz, anunciaron que prohibirán a las personas no vacunadas el acceso a todos los comercios, salvo los más esenciales, como supermercados y farmacias.
Merkel, que calificó la situación del coronavirus de «grave», dijo que apoyaba la petición de vacunación obligatoria. Además, anunciaron más restricciones de contacto en entornos privados para las personas no vacunadas.
El miércoles, Alemania registró 446 muertes relacionadas con el covid-19, su mayor número de muertes diarias en nueve meses.
Muchos hospitales tienen dificultades para hacer frente al creciente número de pacientes de cuidados intensivos y los médicos alemanes han advertido de que las camas de cuidados intensivos podrían superar pronto las que se vieron durante el pico del invierno pasado.